Conoce a Antonio Asencio Parralo
Antonio Asencio Parralo nació en Huelva en 1974. Se formó dentro del mundo de la informática y junto a unos amigos montó su propia empresa de servicio técnico informático. La monotonía del trabajo lo llevó a cambiar el rumbo de su trayectoria profesional y, al final, apoyado por su familia decidió encauzar su vida hacia el mundo literario. En el diario local de Huelva creó una columna de ciencia ficción, Ficcionarium. Después se aventuró a autopublicar su novela Un largo viaje y, posteriormente, un recopilatorio que engloba parte de las historias publicadas en la columna con el mismo nombre: Ficcionarium. Con una editorial, publicaría Viajeros de las Arenas, un libro que pretende sea el primero de la trilogía de los Viajeros.
¿De dónde te surgió el nombre de tu libro de relatos Ficcionarium?
Todo título intenta ajustarse al contenido que representa. En este caso, y al ser su contenido variado, opté por llamarlo Ficcionarium ya que todos los relatos están enmarcados dentro del mismo género: Ficción. Y de ahí lo de Ficcionarium.
Cuando decidiste dejarlo todo y dedicarte a lo que realmente te gustaba, ¿pensaste que podrías lograr tu sueño de convertirte en un escritor?
Ojalá hubiera podido hacer eso. No, Aún no he tenido la oportunidad de dejarlo todo, aunque no descarto la posibilidad de que llegue ese momento y dedicarme a lo que más me gusta hacer: crear historias que hagan que la gente se aleje, aunque sea unos instantes, de los problemas del día a día.
Háblanos de tu último libro, cuéntanos por qué deberíamos leerlo.
Ficcionarium es un recopilatorio de diversos relatos surgidos de mi inquieta imaginación y que, quizás con el tiempo, puedan verse convertido en novelas. Cada uno de los relatos contenidos te lleva a situaciones diferentes donde sus protagonistas se enfrentan a decisiones que cambiarán su vida por completo. La finalidad de todos y cada uno de los relatos es transportar al lector a sus diferentes mundos para hacer un descanso de los problemas de la vida cotidiana.
Como ya sabemos todos, y no es nada nuevo, en España ha descendido el índice de lectura y aunque la crisis puede haber tenido algo que ver, ¿por qué piensas tú que esto ocurre? ¿De quién crees que es la culpa de que los jóvenes no lean?
Por desgracia la crisis nos ha afectado a todos (o casi todos), pero no creo que ese haya sido el problema, quizás el detonante. Bien es sabido por todos la velocidad con la que las nuevas tecnologías nos están arrollando, hasta tal punto que es extraño ver a un niño que no disponga de consola de videojuegos, tablets, móvil u otro dispositivo similar. Somos una sociedad que vamos a donde va la mayoría, considerando que es lo correcto, y el joven que no disponga de móvil puede llegar a ser objeto de burla e incluso marginado. El día a día de una familia normal tampoco ayuda. Para salir adelante se ven obligados a trabajar todo el día, y al llegar a casa no les queda demasiada paciencia como para dedicársela a sus hijos. Esto hace que sea más fácil tomar la decisión de ponerles una pantalla delante para, al menos, descansar un poco. Hoy en día, gracias al auge de las redes sociales, es muy difícil que un niño vea un libro como algo divertido.
¿Alguno de los relatos o personajes de tus libros han sido inspirados en alguien de la realidad?
No, para nada. Son historias de ficción con personajes de ficción.
¿A qué publico van dirigidos tus libros?
Cuando escribo no pienso a quién va dirigido. Lo que si procuro es evitar utilizar lenguaje soez y malsonante. Pienso que está dirigido a todos los públicos.
¿Cuánto tiempo te llevó terminar tu primera novela?
Aunque “Un Largo Viaje” fue mi primera novela, he de decir que estará contenida y mejorada en la Trilogía de los Viajeros, cuya novela de apertura es “Viajero de las Arenas”. Así que, considerando esta última como mi primera novela, diré que me llevó algo más de un año finalizarla. La idea es sacar una parte cada año, por lo que este año verá la luz su secuela, y para el próximo, la novela que cerrará la trilogía.
Tú ya conoces el tema de la autopublicación, ¿lo recomendarías a alguien que está empezando en el mundo de las letras? ¿Qué dificultades y beneficios presenta la autopublicación según tu experiencia?
La autopublicación es una buena opción para quien no cuenta con suficiente liquidez como para contratar los servicios de una gran editorial. La gran dificultad que conlleva la autopublicación es el enorme trabajo que tienes que realizar antes de que tu novela vea la luz, y el trabajo posterior realizando difusión y publicidad. Por el contrario, tiene el gran beneficio del “control”, control sobre todo el proceso, desde su creación hasta su puesta en venta, además de las tan ansiadas estadísticas.
¿Cómo llevas el tema de la promoción de tus libros? ¿El hecho de tener uno de tus libros respaldado por una editorial te ayuda a incrementar las ventas?
Prácticamente toda la promoción la realizo a través de redes sociales como Facebook o Twitter. Es un trabajo duro donde hay que buscar el equilibrio, es decir, hay que encontrar el modo de estar siempre ahí sin cansar al público. El hecho de tener el respaldo de una editorial, al ser una publicación bajo demanda, no ha aumentado el número de ventas, aunque hay que tener en cuenta que estoy dando mis primeros pasos como escritor.
¿Has empezado ya a escribir el segundo libro o estás trabajando en algún proyecto nuevo?
La secuela de Viajero de las Arenas está en marcha, aunque también estoy inmerso en un nuevo proyecto titulado REMUM, que pretendo que vea la luz antes del verano.
Por nuestra parte damos por concluida la entrevista, pero te animamos a que añadas lo que desees para finalizarla.
Ante todo, agradeceros a ustedes la posibilidad de realizar esta entrevista, y a los lectores que han invertido un poco de su tiempo en leerla. Para aquellos que ven a los escritores como “entes superiores” simplemente por el hecho de haber escrito un libro, decirles que cualquiera puede hacerlo, que no hay que ser un gran lingüista para escribir una novela, simplemente hay que tener imaginación, algo de tiempo y paciencia, y todos tenemos un poco de las tres cosas.