Conoce a Manuel Tristante
Manuel García Tristante nació en Huéscar, Granada, en 1992. Estudió el Grado en Bellas Artes por la Universidad de Granada donde se especializó en Ilustración. En la actualidad es escritor, ilustrador y diseñador gráfico.
Desde muy pequeño ha dedicado parte de su tiempo libre a dos de sus grandes pasiones, la lectura y la escritura. Su primer libro, La Esfera, de La Saga Geptalon, lo escribió en 2007 cuando contaba con quince años. Más tarde escribiría Pies Firmes: ¡¡No al acoso escolar!!, y el Farolero de la luna llena y El Dragón Negro, tomo II de La Saga Geptalon. El sabor del dolor es su primera novela ilustrada por él mismo, traducido al inglés, francés e italiano. Nibiru es su primera obra de Ciencia Ficción. Bajo el arcoíris es su primera obra LGTB Young Adult y, para él, la más importante de todas las que ha escrito, con traducción al inglés, portugués e italiano. Una obra que no dejará a nadie indiferente. Los Hijos del Diablo es la primera parte de una trilogía donde se lucha entre el bien y el mal. Emilio y el misterio del fósil congelado es su último libro donde la realidad superará la ficción.
Eres un chico muy joven, ¿aparte de escribir tienes algún otro hobby que no sepamos?
Soy un chico muy inquieto al que le gusta explorar el amplio abanico que ofrece el campo del arte. Aparte de escribir, como bien decís, me apasiona ilustrar. Me dedico a ello profesionalmente. Cuando no escribo ni dibujo, suelo retirarme a leer o a ver una buena película de fantasía.
¿De dónde viene tu pasión por la lectura?
La verdad es que no sabría decir. Era muy pequeño cuando me picó el gusanillo de la lectura. Sí puedo decir que no me llamaban la atención los libros finitos que solían recomendarnos en el colegio, sino los de más de 300 páginas. Siempre he sido un niño un tanto peculiar.
¿Qué te llevó a escribir tu primera novela?
La necesidad de plasmar de una forma u otra todas las aventuras, paisajes, personajes que rondaban por mi cabeza. La única forma de hacer que todo eso perdurase en el tiempo era escribiéndolo y, la verdad, agradezco el día en que lo hice, porque desde ese momento no puedo vivir sin escribir.
¿Cuánto tiempo tardas de media en escribir un libro?
Cada libro es un momento. En algunos he trabajado años, otros meses. Hay muchos factores que influyen a la hora de escribir: su complejidad, el tiempo libre del que dispongo… No es lo mismo escribir con 15 años que ahora con 25, puesto que el trabajo y otros asuntos te quita el tiempo que desearías poder dedicar a escribir.
¿Realizas un trabajo de documentación previo a la hora de escribir?
Siempre. No importa de qué tipo de género sea la historia, siempre hay algo que investigar para que tenga una base sólida.
¿Alguna vez te enfrentaste al problema de la hoja en blanco?
Nunca me ha pasado. Suelo madurar, pensar muchos las historias antes de ponerme a trabajar en ellas. Me gusta que todos los cabos estén atados antes de poner las primeras palabras de la nueva historia, aunque después conforme vaya la historia avanzando decida darle otro giro inesperado.
¿Alguno de los personajes de tus libros están basados en alguien de tu entorno o de la realidad?
Sí, incluso en mí, como en el caso de Alejandro, el protagonista de Bajo el arcoíris. Lleva mucho de mí, aunque, en general, todos los personajes. Los escritores dejamos un trocito de nuestra alma en cada historia, y los personajes son los encargados de hacer que esa alma germine, prospere y se propague.
¿Cómo te ha ido el tema de las ventas de tus libros? ¿Has alcanzado la meta que esperabas?
En realidad, nunca he tenido metas en ese aspecto. Escribo porque me gusta, porque lo necesito. Con que una persona me lea y disfrute y la historia le transmita más de lo esperado, me es suficiente. Y, aunque no fuera así, hago lo que quiero, escribir, crear historias, y eso es lo más importante.
¿Cómo llevas las críticas que recibes, sobre todo de las malas, si es que ha habido alguna?
Ha habido de todo. Soy una persona que no se toma nada mal. Analizo cada cosa y tomo lo mejor de cada una, ya sea buena o mala. De todo se aprende, de todo se puede mejorar. ¿De qué sirve tomarse a mal una mala crítica? Estamos expuestos a eso, y a no todo el mundo podemos agradar aunque lo queramos.
¿Estás satisfecho con el resultado final de tus libros o habría algo que te hubiera gustado cambiar o que te planteas cambiar?
No cambiaría nada. Un artista sabe cuándo su obra está acabada. Me involucro mucho más en cada historia, doy lo mejor de mí, y mis libros llevan eso, aparte de los diseños de las cubiertas que también son míos y es algo que me hace sentirme más orgulloso, porque nadie mejor que yo para darle el mimo que cada libro merece.
¿El tema de la promoción de libros lo llevas tú solo o se lo encargas a alguna empresa externa? ¿Qué medios usas? ¿Crees que son efectivos?
Suelo llevarlo yo, o las editoriales con las que trabajo en algunos casos. Suelo usar las redes sociales y prensa. He de decir que sí son efectivos, a veces más que otras, pero no hay una fórmula del éxito, eso es así.
¿Te gustaría dedicarte en exclusiva a escribir? ¿Crees que se puede vivir de ello?
Me encantaría. Sueño con retirarme a la montaña, una casita de madera cerca de un río y pasar los días escribiendo. Espero poder algún día cumplirlo, pero hoy día es imposible. Es muy difícil vivir de la literatura.
¿Tienes ya en mente escribir un nuevo libro?
Sí, estoy trabajando en una nueva historia y dos obras coescritas con grandes compañeros de letras como Patricia Gómez o Carlos Gran. Hay mucho que contar y a veces uniendo manos salen verdaderas maravillas.
Eso ha sido todo, pero si quieres, para cerrar la entrevista, te invitamos a que añadas lo que desees.
Ha sido todo un placer responder a vuestra entrevista y os agradezco la oportunidad que me brindáis con ella, ya no solo a mí, sino a todos los escritores. Desde aquí, gracias. Y a los lectores, que gracias por estar ahí, por apoyarme siempre y al resto que me conocen ahora, os invito a leer alguna de mis obras, a disfrutar y comentar.
Todos lo que componemos el proyecto “Adopta un Escritor” agradecemos tu colaboración.
