Conoce a Jose Gil y Goretti Irisarri
Jose Gil Romero (Las Palmas de Gran Canaria, 1971) y Goretti Irisarri (Vigo, 1974) forman un tándem creativo desde hace más de veinte años.
Tras licenciarse en Comunicación Audiovisual, crean un exitoso equipo de cortometrajes, galardonados con más de cuarenta premios en diversos festivales. Después de esto vienen años de trabajo conjunto en el mundo del guión de cine, la ficción televisiva o la animación, donde desarrollan proyectos propios y ajenos.
En 2011 fundan con otros compañeros el colectivo editorial y revista La Playa de Madrid donde realizan crítica de literatura y cine, además de ediciones experimentales.
Jose Gil Romero ha sido profesor de diseño, narrativa cinematográfica y teatro; Goretti Irisarri ha obtenido un DEA en Filosofía con una tesina sobre Poe y ha publicado artículos en diversas revistas culturales.
Actualmente se encuentran preparando dos proyectos para televisión: Todos los muertos y Mercenario don Quijote.
¿Cuál fue vuestra inspiración a la hora de escribir la obra Caen estrellas fugaces?
J: Hay todo un imaginario muy potente alrededor del siglo XIX: Sherlock Holmes, Jack el destripador, Poe, los fantasmas, el Londres victoriano, ¡las pelis de la Hammer y sus rojos chillones! Pero también es la época de Galdós, y precisamente por eso nosotros queríamos hacer nuestro ese imaginario anglosajón y darle una pátina española, con un estilo propio, un carácter diferente pero igualmente evocador.
G: Sí, al final hemos creado un Madrid decimonónico distinto del que se ha tratado hasta ahora, más oscuro y misterioso. Buscábamos saber qué ocurriría si se yuxtaponía una mirada contemporánea sobre el romanticismo: un XIX narrado desde el XXI. Cada época tiene su reinterpretación del pasado, todo lo que hemos leído y visto sobre el XIX a lo largo de nuestra vida, tanto nosotros como nuestros lectores, crean algo que no es el XIX, sino una imagen del XIX. Al final habla de nosotros y de hoy en día, claro.
¿Cómo os organizasteis para escribir el libro? ¿Resultó difícil?
G: Jose y yo llevamos muchos muchos años escribiendo juntos, aunque siempre como guionistas; esta es la primera vez como novelistas. ¡Lo que nos resultaría realmente difícil es escribir a solas! Recuerdo haber escuchado en una charla a Richard Price, guionista de la gran serie TheWire: decía que él es en primer lugar novelista, pero que escribir novelas es un trabajo demasiado solitario y por eso necesita refugiarse de vez en cuando en escribir guiones.
Como decía la Bola de Cristal: "Solo no puedes, con amigos sí". Haciendo cortometrajes, revistas, guiones me he ido dando cuenta de que juntar creatividades te da el doble o el triple de fuerza.
A la hora de escribir, Goretti, ¿tienes alguna rareza tal como escribir en un determinado lugar o a una hora concreta, acompañado de algún objeto especial,...?
Antes de escribir siempre pierdo un montón de tiempo documentándome en internet o en libros, hasta sentir que estoy dentro de otro mundo, pero no creo que eso sea ninguna rareza, sino una forma más de procrastinación. Tardo en concentrarme, pero luego no hay quién me saque y puedo escribir durante horas en cualquier lugar, hasta en el tren o en la piscina. Me gusta empezar por la mañana, esa sensación de tener todo el día por delante.
¿Cuál sería tu mayor miedo como escritor, Jose? ¿Y el tuyo Goretti?
J: Al principio, cuando nunca has publicado, las pesadillas radican ahí, en no llegar a publicar. Al fin y al cabo uno escribe para que le lean, no tiene ningún sentido tener el cajón lleno de novelas. Luego la pesadilla es más retorcida: cuando ya publicas, la pesadilla consiste en no vender, en que haber llegado a esa meta tan difícil, tan inalcanzable, no haya servido para nada.
G: Yo tengo los mismos que Jose, claro. Todos los artistas, no sólo los escritores, se han preocupado de cómo vivir del arte, obtener esa habitación propia que decía Virginia Wolf. ¿Solo puede dedicarse a escribir o pintar alguien rico o que se pueda mantener de rentas? ¿Se puede compaginar el arte con otros trabajos alimenticios? En España se supone que un escritor no vive de la literatura. Vive de la literatura todo el sector editorial, los comerciales, los distribuidores, los periodistas especializados, los libreros, Amazon, pero curiosamente no el escritor. El escritor debiera obtener una plaza de funcionario y dedicar luego su tarde a escribir. Pero, como decía Robert Graves, la Diosa requiere dedicación completa, no está dispuesta a trabajar para ti a jornada parcial. Mmm... no, Ella no funciona así.
El índice de lectura es bastante bajo en España. ¿Cómo creéis que se podría solucionar este problema?
G: No se trata sólo de leer, leer por sí mismo no significa nada, conozco personas que leen mucho y que intelectualmente son un desierto. Miras dentro de su cabeza y solo ves las plantas rodadoras esas de las pelis del Oeste... flotando en el vacío de los lugares comunes. Importa qué leas y sobre todo cómo lo asimiles. Se trata más bien de despertar la curiosidad, y ya buscarán ellos sus lecturas o sus películas o sus canciones o sus conversaciones. Por supuesto el lugar donde potenciar esto es en la escuela.
Respecto a los adultos y si pasamos a hablar de mercado, creo que se puede luchar contra la indiferencia con creatividad. Dedicar recursos a promoción, económicos y también de ideas. Una editora belga me contó cómo una joven editorial repartió ejemplares gratis en un vagón de cercanías. O en España lo que hace la editorial La Felguera (lafelguera.net), hacer presentaciones en sitios extravagantes, a los que sólo puedes entrar si tienes una tarjeta, en plan club de conspiradores. O lo que está haciendo el colectivo ¡Hostia un libro! con las actividades de La 1 de Moyano (territoriomoyano.org) y el festival HUL. (hostiaunlibro.com)
Se dice que las redes sociales ayudan muchísimo a los autores a promocionar sus libros. ¿Hasta qué punto consideráis que las redes sociales pueden ser beneficiosas o perjudiciales o ambas cosas a la vez?
J: En nuestro caso, que somos desconocidos y que ésta es nuestra primera novela, para nosotros las redes sociales son fundamentales para que la gente sepa de nuestra existencia. Publicar es solo el primer escalón de una escalera interminable, la promoción es imprescindible. Nos movemos en las redes todos los días y hacemos promoción constante; hemos creado nuestra página web, gilromeroirisarri.com y también la página de la novela: caenestrellasfugaces.com; pero además el twitter: @Jose_Goretti, y sobre todo al Facebook le damos mucha vidilla, en poco más de tres meses nuestra página cuenta casi con 1000 seguidores: https://www.facebook.com/gil.romero.irisarri/
Muchos autores señalan que lo peor de ser escritor es la promoción de los libros. ¿Estáis de acuerdo?
J: Si se quiere entender la promoción como el proceso extenuante por el que dejas de escribir y te ves obligado a pasar días y días creando y compartiendo contenido, ¡sí! Pero hay otra parte y es la de conocer a tus lectores. Esa es, con mucho, la experiencia más bonita de publicar una novela. En ese sentido la promoción es una fase muy enriquecedora, muy bonita.
¿Cómo promocionáis vuestro libro?
J. Nos valemos sobre todo de internet. Creamos y compartimos contenidos en nuestras redes (extractos de la obra, fotos de lectores, banners con los personajes, banners con la portada y frases publicitarias); pero también hacemos entrevistas en radio, asistimos a ferias del libro y hacemos presentaciones de la novela en librerías a lo largo de toda España. También estamos moviendo unas charlas acerca de “Lo fantástico” que esperamos que sean interesantes para todos los que quieren conocer los entresijos de la creación literaria.
G. Y tenemos nuestra particular sociedad secreta decimonónica, es un grupo de Facebook al que hay que pedir entrada cuando terminas la novela: (https://www.facebook.com/groups/1846127935714826)
¿Existe alguna temática o género sobre el que nunca escribirías, Jose?
J: En principio no, siempre que la historia y a los personajes me motivaran.
Goretti, ¿crees que un escritor autopublicado tiene las mismas posibilidades de hacerse eco en el mundo literario que otro que está amparado por una editorial?
Pueees... Es una cuestión espinosa, sé que lo políticamente correcto es decir que sí, pero sinceramente creo que no. Todo esto de la autopublicación en las redes parecería una liberación romántica, como que en Internet estamos todos en la misma línea de salida y un autopublicado puede acceder al mismo público que una editorial grande. Esto se sostiene sobre falacias: la primera de ellas se la encuentra el escritor cuando le toca ser diseñador de portada, editor, corrector, maquetador, comunity manager, media manager etc... Muchos trabajos en los que es un novato vs. profesionales de nivel y que por tanto ya le echan varios puestos atrás en la casilla de salida. Luego se encontrará con el prejuicio de los medios, los libreros y los lectores, acostumbrados al filtro de la editorial, que consideran un mínimo.
A ver, Jose siempre me dice que soy pesimista con este tema, y no quisiera serlo: esos son los obstáculos, pero también existen varios casos de Cenicientas que se crean una comunidad de lectores y luego es la editorial quien se los quiere ligar. De lo que estoy segura es que esto solo sucede echándole carretadas de trabajo.
¿Estáis pensando en escribir un nuevo libro para este año 2017?
J: De hecho tenemos varias posibilidades; hay un par de novelas casi terminadas y otras tres al menos en que estamos trabajando, por ver cuál nos apetecería más sacar adelante. Verían la luz como muy pronto en 2018, claro.
¿Qué opináis de los escritores que usan seudónimos para firmar sus libros? ¿Usaríais uno?
J: Hay varias razones para usar seudónimos. Que el autor quiera distanciarse de la imagen que tiene su nombre propio, ya sea para publicar algo muy diferente (Juan Eslava Galán) o ya sea porque no quiere que su nombre aparezca asociado a cierto contenido (Vázquez, por ejemplo, cuando dibujó tebeos muy desmadrados, con elevado contenido sexual). No le veo mucho sentido porque al final todo el mundo conoce a quién pertenece este u otro seudónimo, pero no veo problema en usarlo.
G: Por mi parte he ejercido casi toda mi labor periodística con seudónimo (no diré cuál), me da mucha libertad y en general me parece un asunto divertido.
En algunos círculos se habla de que existe competencia desleal entre autores, ¿estáis de acuerdo con esta afirmación?
G: Hasta el momento no nos la hemos encontrado... Creo que como venimos de otro mundo, el del guión y el audiovisual, no hemos profundizado todavía en los entresijos del mundo literario. Por el momento eso que dices me parece un asunto novelesco en sí mismo: deslealtades, zancadillas, mediocridad, traición... Oye Jose, ¿escribimos una serie?
Por nuestra parte hemos terminado, pero os invitamos a que añadáis lo que deseéis para cerrar la entrevista.
J: Nada. Animar al lector a que se atreva a viajar hasta 1859 y desentrañe los muchos secretos que esconde “Caen estrellas fugaces”.
Todos los que componemos el proyecto “Adopta un Escritor” agradecemos vuestra colaboración.
J Y G: ¡Gracias a vosotros por adoptarnos!