SCARLETT Y SU… INTRODUCCIÓN Y DEDICATORIA A LA RUEDA DEL DESTINO
SCARLETT Y SU… INTRODUCCIÓN Y DEDICATORIA A LA RUEDA DEL DESTINO
En mi adolescencia, sufrí un accidente de tráfico que, debido a una lesión medular, me dejó postrada en una silla de ruedas. Muchos de los hechos que suceden en este libro están basados en mis propias experiencias: sangre, sudor, lágrimas, risas y amor; no todo es negativo. Cosas que, aunque os parezcan inverosímiles, en mi mundo de discapacitada no son ficción. Por supuesto, todo está contado desde otra perspectiva y entrelazado en una historia diferente.
Me gustaría que entendieseis que, cuando a una persona le sucede una tragedia como a mí me ocurrió, las reacciones, las decisiones y la forma de ver la vida cambian, ¡Y mucho! Sobre todo siendo tan joven.
Al principio y en mi caso, pensaba que se trataba de un mal sueño y me negaba a creerlo, me volví más radical, testaruda y solitaria. Esto último porque me sentía un estorbo entre la sociedad y evitaba molestar a los demás. Siempre intentaba hacer ver a los que me rodeaban que no los necesitaba y, esperando a despertar de mi pesadilla, continuaba desaprovechando mi juventud, pero haciendo lo que creía beneficioso para mi futuro; aunque por dentro me estuviera muriendo de ganas de llorar o de gritar. Me incomodaba mucho que me miraran, que me hablaran como si fuera estúpida: me sentía extraña, dolida, un bicho raro, pero me negaba a demostrarlo en público.
¿Hoy en día? He aprendido que la vida son dos días y que no se puede estar esperando a doña Milagros y, mientras tanto, perderse cosas importantes. Hay que disfrutar de cada momento y pasar de los comentarios malintencionados, que son muchos. Cuando me miran pienso: ¡Joder! ¡Hoy debo de estar buenísima! Y sigo a lo mío. J Aunque he de admitir que continuo igual de testaruda; creo que eso es culpa de la herencia italiana que corre por mis venas.
La rueda del destino es mi opera prima; un libro que, en un principio creé solo para mí, pero que, con el tiempo, parece haber ido despertando la curiosidad de muchísima gente. Por ello, me decidí a arreglarla y a compartirla con el mundo. Os cuento todo esto para que podáis entender la historia mejor y no os resulten extrañan algunas reacciones de la protagonista, que, al igual que yo, es un bicho, raro.
Os advierto que si esperáis leer acerca de traumas y enfermedades, este no es el libro que buscáis. La rueda del destino es puro romance con pinceladas de acción y humor, engendradas sobre un lienzo de fantasía. Vosotros mismos tendréis que adivinar qué partes dentro de la historia son verdad y qué partes ficción. Yo siempre digo que quien quiera leer acerca de la cruda realidad que lea el periódico; yo prefiero inventar y crear. Sin embargo, os puedo asegurar una cosa: si os contara la verdad oculta entre estas páginas, os quedarías a cuadros.
Sin más preámbulos, quiero dedicar este libro a todas aquellas personas a quienes la diosa Fortuna ha sido tan gentil de daros una patada en vuestro precioso culo. Aunque tengo que reconocer que, gracias a esta dama, soy la mujer que ha conseguido hacer muchas cosas en esta vida: pilotar aviones, bucear con tiburones, viajar por medio mundo… ¡Vamos, lo normal!
Os aconsejo que, si os ocurre algo malo en el camino, no perdáis el tiempo con lamentos. ¡Pegadle una buena hostia a esa zorra de diosa y seguid disfrutando del día a día!
Como no, también se lo dedico con mucho amor a mi marido, mi Hunter personal; el timón que guía mi destino.