Jose Manuel Prado

José Manuel es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación ha cursado estudios de Doctorado en la Facultad de Sociología León XIII. Es profesor de Historia de la Filosofía y Psicología en Burgos. Es autor de numerosos libros poéticos y narrativos como por ejemplo “La vida en sus rodajes”; “Hasta los cuervos picotean las cerezas”; “Perdurablemente anfetamínico”.

Nos gustaría que nos hablarás un poco de tu obra más preciada, los lectores desean saber por qué deberían comprarla.

Todas y cada una de mis obras las aprecio en lo que me han dado de satisfacción. Bien es cierto que hay tres que merecen especial atención. Una, la novela Hasta los cuervos picotean las cerezas, novela que debería leerse por varios motivos, entre otros la anticipación de la realidad oculta de España, porque nace de ahí, del hecho de que en España se oculta todo lo que molesta y se vive en la apariencia. Esta obra trata de cómo ascienden sus personajes, que son personajillos, hasta las altas cumbres de la apariencia para que otros, mantengan oculto su fuente vital. Una dominación de los aparente entes adinerados y vividores por los seres vitales y radicales, de raíz.

Otro libro es el último, La Vida en sus rodajes, un poemario transcendental, que se vive y se lee con condición de posibilidad de la vida como rodaje cinematográfico, y como rodaje de poner en marcha y a punto de motor de la propia existencia.

Y déjame que os presente mi libro más querido que es el Diccionario de Sociología, que realice con Octavio Uña Juárez y Alfredo Hernández, como directores del mismo. Me siento muy orgulloso de una obra que tuvo un trabajo inmenso durante casi veinte años.

Cada escritor es un mundo en todos los sentidos y suelen tener sus particularidades a la hora de escribir. En tu caso existe alguna manía que tengas como escritor, por ejemplo, escribir a una hora o lugar concreto, al lado de un objeto determinado.

No tengo manías, salvo la de tener siempre al lado varios diccionarios y muchas palabras fonéticamente familiares. Ese poder jugar con el lenguaje, que es como nacen los poemas y cada párrafo de una narración, es lo que considero importantísimo. Sólo se precisa un diccionario y varios libros que leer en cada momento.

¿Alguna vez te has enfrentado al problema de la llamada hoja en blanco?

Si sabes qué escribir, si te sobran los motivos para escribir, la hoja en blanco no existe. En un tris tras, rascatrás, la emborronas, aunque sea de ideas que pueden resultar útiles y relevantes o desechables. Lo que si me he enfrentado y es muy dificultoso tomar la decisión, es a las hojas sobrantes.

El apoyo de la familia es muy importante para cualquier persona, ¿qué sentisteis cuando se vendieron los primeros ejemplares de tu libro?

Más que cuando se vendieron, cuando se leyeron. Cuando al pasar por la biblioteca ves que tus libros han sido prestados dos, tres o en diez ocasiones, te satisface, porque para tal fin fueron escritos, para que hubiera en el mundo al menos alguien que lo leyera y emitiera un juicio crítico. Un juicio de verdad crítico, que hablará de las condiciones de posibilidad en la que la novela hubiera sido mucho mejor o si hubiera escrito el poema con mayor profundidad. No sólo un me gusta, que suena muy faceboktero, sino realmente un persona que sea capaz de determinar que al libro escrito de narrativa o poema le falta, se siente en el la ausencia de… Esa es la verdadera opinión que interesa al escritor, la opinión libre.

¿Te gustaría convertir tu pasión por escribir en tu medio de vida? ¿Lo crees posible?

Mi pasión ya es un modo de vida. Escribir es mi modus vivendi, porque hago de la vida literatura; y de la literatura vida. Si lo que escribes no llega a convertirse alguna vez en algo vital o viceversa, no merece la pena. Al margen, de que te provea de pingues beneficios económicos. A veces, un libro ni es pasional ni literatura, pero te permite subsistir. El modus vivendi pocas veces transita por la subsistencia.

¿Cómo haces para promocionarte?

No busco la promoción, resulta que hasta ahora he tenido el esfuerzo de luchar por mis libros y se han publicado y vendido con la conexión que la gente conformaba entre ellas. Eso que se llama el boca a boca. El caso es que de casi todos, no quedan ejemplares. También es cierto, que hablamos de tiradas de 1000 ejemplares.

¿Qué recomendaciones le darías a un escritor que empieza a escribir?

Que lea y mucho y más que que escriba, pero que no deje de leer ni de escribir. No se puede escribir sin la certeza que proporciona la lectura. La quintaesencia de la escritura es meterse en el valioso trabajo de leer. Y que lea todo lo que que caiga en su mano, sea "cochino o sea marrano”, que es el consejo que me proporcionaron a mí, no desechar lectura ni hacer selección. Desde el Una por Una de Carmelo Martínez, hasta No me pesa quererte de Corin Tellado; desde Crónica del Sochantre, de Álvaro Cunqueiro hasta El hombre de Venus, de H.G.White. Si enriquece es necesario.

¿Qué es lo más difícil que tiene ser escritor?

Corregir lo que se ha escrito. Uno escribe en la intuición de que lo hace tan bien también, que al final, desechas la posibilidad de corregir, por innecesaria. Hasta que se publica algo, un pequeño poema o una mínima redacción y caes en la cuenta de cuanta bobada leen de ti los demás, por no corregir.

¿Cuáles son tus referentes literarios?

Los referentes de cualquiera de halla nacido en el 1963. Joyce, Guillermo Cabrera Infante, Gabriel García Márquez, Álvaro Cunqueiro, Luis Cernuda y Federico García Lorca, y mis amigos generacionales, como Rafa Reig y Orejudo o algunos amigos cercanos como Marta Rivera de la Cruz, Pablo Nuñez, Victor Fernández Correas, Felix G. Modroño…

Si al escribir tuvieras la oportunidad de cambiar el mundo, ¿qué cambiarías?

El hecho de publicar mis libros ya cambia el mundo, pues mi visión del mismo está en el consciente colectivo.Y eso me ha cambiado a mí, y el mundo.

Por nuestra parte eso ha sido todo, pero te invitamos a comentar lo que desees para finalizar la entrevista.

Que nadie rompa la escritura de otro, intentando escribir por encima. Todo el mundo que pretende hacer literatura tiene un sitio enorme, porque la literatura es ese país finito, del que se desconoce los límites. Cualquier palabra novedosa tiene su sitio, por ello no hay que escribir por encima de lo escrito, desacreditando.

Todos los que componemos el proyecto “Adopta un Escritor” agradecemos tu colaboración.